La fauna ecuatoriana refleja la riqueza y diversidad de sus regiones. En Galápagos caminan tortugas gigantes y piqueros de patas azules; en los Andes vuela el cóndor y corre la llama; en la Amazonía habitan el delfín rosado, el caimán negro y el armadillo gigante. Cada especie, desde el colibrí diminuto hasta el puma sigiloso, es testimonio de un país donde la naturaleza aún guarda secretos. Estos animales no solo representan biodiversidad, sino también la conexión profunda entre el hombre y su entorno.